En San Pablo, Brasil, tuve la oportunidad de estudiar este tema en profundidad y conocer los últimos avances científicos, de la mano de profesionales referentes, que exploran con pasión la investigación de la relación entre la microbiota intestinal y una amplia gama de aspectos de la salud, desde la inmunidad hasta la salud mental y el deporte.

Esta experiencia enriquecedora que amplió mis conocimientos sobre la microbiota intestinal, también me brindó una perspectiva completa sobre la modulación intestinal en forma integral, lo que estamos tratando actualmente en la consulta con el paciente.

En el consultorio contamos con herramientas de gran utilidad, como el estudio de Microbiota intestinal y el de genética (donde se ve la predisposición a sensibilidades e intolerancias alimentarias), que sumados a los parámetros bioquímicos y a la evaluación nutricional y clínica nos brindan información clara y completa para realizar las recomendaciones y estrategias adecuadas a cada paciente.

El estudio de microbiota se realiza con una muestra de materia fecal y nos entrega información sobre la diversidad microbiana, las bacterias relacionadas a la nutrición, a la salud intestinal, presencia de patógenos y las relacionadas a la producción de neurotransmisores entre otros parámetros.

 ¿A QUÉ NOS REFERIMOS CUÁNDO HABLAMOS DE MICROBIOTA INTESTINAL?

Al conjunto de miles de microrganismos como bacterias, virus y hongos que habitan todo nuestro tracto gastrointestinal (estómago, intestino delgado, intestino grueso), y que tienen como función mantener la integridad de la mucosa intestinal, estimular la inmunidad y desempeñan un papel fundamental en la salud digestiva y en la absorción de los nutrientes.

Diferentes estudios muestran que la microbiota está vinculada a la regulación del sistema inmunológico y puede tener un impacto en la salud mental.

FUNCIONES

  • Regulación de la absorción de los nutrientes.
  • Participación en la producción de vitaminas y enzimas.
  • Control de la proliferación de bacterias patógenas presentes en el tracto intestinal.
  • Estímulo del sistema inmunológico.
  • Producción de componentes necesarios para la renovación celular, como los ácidos grasos de cadena corta (generados por bacterias en el intestino luego del consumo de fibra).
  • Estímulo de síntesis de hormonas intestinales.

MICROBIOMA

Al hablar de microbiota tenemos que hablar también de microbioma.

El microbioma engloba más componentes, incluyendo la microbiota y los metabolitos generados por ella. Incluye los microorganismos, el medio en el que viven y los compuestos producidos por estos.

MICROBIOTA EN EQUILIBRIO

Mantener un equilibrio en la microbiota intestinal es esencial para promover la salud y prevenir enfermedades. Para lograrlo es necesario un estilo de vida saludable, con una alimentación rica en fibras, que incluya frutas, verduras y granos enteros. Estos alimentos no solo proporcionan nutrientes esenciales para nuestro cuerpo, sino que también sirven como alimento para las bacterias que componen nuestra microbiota intestinal.

Con una alimentación balanceada también es necesario la inclusión de prebióticos, polifenoles como la cúrcuma y probióticos.

Los prebióticos son componentes no digeribles, como la fibra, que se encuentran en alimentos como legumbres, vegetales de hojas verdes, granos integrales, cebolla, ajo y frutas donde se destacan la banana, manzana y arándanos. Estos promueven el crecimiento y la actividad de microorganismos beneficiosos en el intestino.

Estos componentes son utilizados como alimento por las bacterias que colaboran en mantener un equilibrio saludable en el tracto digestivo y generan productos beneficiosos para nuestra salud, como los ácidos grasos de cadena corta. Estos ácidos grasos son moléculas producidas por las bacterias cuando fermentan los componentes de los alimentos (esencialmente la fibra) en el interior del colon y tienen beneficios para el organismo, como la nutrición de las células del intestino, la modulación del sistema inmunológico, la regulación del metabolismo (como el de la glucosa), el control de la saciedad y un efecto antiinflamatorio (especialmente el llamado butirato).

Los probióticos presentes en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y el chucrut, contienen cepas de bacterias beneficiosas, microorganismos vivos que pueden fortalecer y enriquecer la microbiota.

Las bacterias probióticas aparecen como una herramienta eficaz para mantener la homeostasis intestinal y estimulación del sistema inmunológico de la mucosa del intestino como la de otras partes. Se ha visto en estudios que aumenta la tolerancia a antígenos alimentarios.

Actualmente también escuchamos hablar de simbióticos, alimentos que incluyen prebióticos y probióticos.

Y más recientemente se habla de posbiótios, metabolito derivado de los microorganismos que es utilizado por ejemplo en pacientes con los cuales estamos realizando modulación intestinal en forma integral en el consultorio.

MICROBIOTA EN DESEQUILIBRIO

La microbiota puede estar en equilibrio asociada a parámetros de salud o en desequilibrio relacionada a patologías.

La alteración de esta población microbiana puede ser cualitativa o cuantitativa, dando lugar a un desequilibrio, que se conoce como disbiosis.

La disbiosis aumenta la posibilidad en el individuo de presentar un intestino permeable, que puede derivar en inflamación de bajo grado, en enfermedades autoinmunes y del sistema nervioso central,

La cuantitativa puede ser por sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado y se conoce como SIBO.

Actualmente encontramos estudios que asocian el desequilibrio a una reducción de la producción de ácidos grasos de cadena corta y a enfermedades metabólicas como obesidad, diabetes tipo 2 y artritis reumatoidea.

MICROBIOMA Y DEPORTE

Estudios relacionados a microbioma y deporte, entre ellos uno realizado en jugadores de rugby, atletas entrenados, muestran como el ejercicio estaría promoviendo la diversidad microbiana y aumentando las bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta y de esta forma aumentando la integridad del epitelio intestinal.

Otro estudio realizado en maratonistas, muestra que la población microbiana de estos atletas presenta mayor sobrevivencia de los microrganismos responsables de metabolizar el lactato a succinato y potencialmente pueden disminuir la fatiga.

La sociedad Internacional de Nutrición Deportiva recomienda el uso de probióticos para restablecer el equilibrio microbiano, disminuir la probabilidad de infecciones, de inflamación y permeabilidad intestinal.

CONCLUSIÓN

Si bien queda mucho por estudiar y conocer de este mundo microbiano que nos habita, existe ya suficiente evidencia científica que nos habla de la importancia de mantener una microbiota en equilibrio y de su relación con la salud. Y de que para lograr este equilibrio es fundamental un estilo de vida saludable, con una alimentación natural, rica en alimentos de origen vegetal, en prebióticos, polifenoles y con probióticos.

¡Que sea comida de verdad!

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