¿CÓMO ES TU NOMBRE COMPLETO?

Rosina Ordoqui Mastrascusa.

¿DE DÓNDE SOS Y A QUÉ COLEGIO FUISTE?

Soy de Paysandú, fui al colegio Nuestra Señora del Rosario, colegio Salesiano.

¿A QUÉ EDAD EMPEZASTE A JUGAR AL HOCKEY Y DÓNDE?

Empecé a los 10 años en el Golf Club Paysandú, más conocido como Trébol.

¿QUÉ RECUERDOS TENES DE TU INFANCIA EN PAYSANDÚ?

¡Qué pregunta difícil de resumir!

Mucha vida familiar, muchos primos, varios profes y maestras excelentes, amistades que aún conservo, vida de colegio intensa con muchos campeonatos de todo deporte, horas y horas de computadora y pasión por la tecnología, distancias cortas en bicicleta que igual me parecían eternas, y mucha vida de club. Hasta el día de hoy cuando visito Paysandú, una vueltita por el club me doy siempre. La infraestructura que tiene hoy es envidiable y me atrevo a decir que es el mejor de Uruguay (modestia aparte).

¿CÓMO LLEGASTE A MONTEVIDEO Y A OLD GIRLS?

A Montevideo llegué a estudiar en el año 98. Ahí alquilamos un departamento para vivir con dos amigas. A Old Girls llegué muchos años más tarde porque en esos primeros años de estudiante universitaria suspendí el hockey. Sobre todo, porque a los clubes que me invitaban quedaban en Carrasco y yo vivía en Pocitos. Era una tranza ir y volver a una práctica, y realmente tenía que priorizar el estudio.

Volviendo a la pregunta, llegué a Old Girls para hacer una “suplencia” en el año 2010. En ese momento estaba jugando para Trébol en Montevideo (creo que era Liga) y el campeonato de Paysandú (Si, viajaba algunos fines de semana a Paysandú, y al llegar viajaba a alguna ciudad de Argentina a jugar, y vuelta atrás. ¡Agotador!).

En Montevideo nos entrenaba el “Rata” Pérez, y cuando empezó a formar parte del equipo técnico de Old Girls, me llamó para que hiciera una suplencia (de Andre Fazzio) por unos partidos que restaban del campeonato. Ni idea tenía de a quien estaba supliendo (¡mejor, porque sino no hubiera accedido!), y tímidamente acepté. Y justo cuando pensé que ya me estaba despidiendo del hockey, la jubilación se pospuso por 6 años más.

¿QUÉ RECUERDOS TENES DE TU ÉPOCA DE JUGADORA DEL CLUB?

De los recuerdos lindos, o al menos divertidos, es el de las idas maratónicas desde la cadena que hacíamos las “del Pozo” hacia el club. Tráfico imponente, corridas para salir a tiempo, lograr la cadena minimizando las demoras, las charlas en cada tramo analizando detalles del partido anterior, rendimiento, jugadas destacadas, y como supondrán, otras charlas un poco menos “intelectuales”.

Los famosos y pintorescos “Human” (¿se escribirá así?). Claramente mi inglés era un papelón en ese contexto y viniendo de una educación de “casi una lengua”, porque apenas aprendíamos español (sin “eses” al final). Nota: es broma! Por si algún sensible del interior se ofende.

En fin, por suerte en los “human” no se hablaba en inglés, y mucho menos con elegancia/finesa inglesa. Y también, por suerte, el chiribín, tampoco era en inglés. No se podía revelar, y por eso no se pasaba escrito, sino que era traspasado de generación en generación de forma oral. Quizás por eso – pensé – quizás por eso, las imprecisiones por el teléfono descompuesto a lo largo del tiempo, hizo que en alguna parte se hablara de una “alcachofa”. Muy curioso.

De los recuerdos, lindos, pero no tan divertidos, fue el asombro por la intensidad y profesionalismo de los entrenamientos. Un equipo de entrenadores con distintas funciones, una preparación física que nunca antes había tenido, un compromiso del equipo que no te daba tregua. Hermoso (y doloroso) aprendizaje.

De los recuerdos no tan buenos (perdón por mi exitismo): nunca gané NADA! Incluso el año que salimos campeonas con la reserva, no pude disfrutar del último partido. El de la coronación.

¿CON QUIENES JUGASTE?

¡Un montón! Mis Dinos queridas que estaban jugando: Mery Barre, Mery Aish, Loly (Margni), Caro Aish, Andre (Fazzio), Flo/La beba (Pérez del Castillo), Pi (Pérez del Castillo), Maggie (García), Ale (Rasso), la Rubia (Marianne Faget), Maca (Zagarzazú) y las más recientes Vale Fi (Filipelli), y Anita (Echeverría). Nunca jugué con Milu Ponce de León, a ella la conocí “hockísticamente) por mitos y leyendas.

Fuera de las dinos, ¡un montón!, porque jugué en primera, en reserva y en intermedia A que se mezclaba con la B.

No quisiera dejar de mencionar a nadie, y como la lista es demasiado larga, prefiero omitir el intento de ser exhaustiva. Pero solo para dar algún ejemplo y rango, la riqueza estaba en el amplio – muy amplio – espectro de edades. Jugué con Popi (Tatton), con Cande (Giménez), con Maly (Rocco), hasta bueno… todas las Dinos.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE GUSTA DEL HOCKEY COMO JUEGO?

Jugar, no soy de analizar demasiado. Yo vivo de la emoción del recuerdo latente de una atajada sobre la línea. De un corto ahogando el grito de gol. De las breves charlas y miradas en las previas de los cortos. Los intercambios de percepciones con alguna defensora, de tres palabras a la orilla del área.

Jugar. Ese es mi defecto que reconozco. Para ser arquera se necesita ser más analítica (¡y gritona!).

¿SEGUÍS VINCULADA AL DEPORTE DE ALGUNA FORMA?

Al deporte en general sí, siempre en algún deporte me entretengo, pero no he vuelto al Hockey. Ahora estamos incursionando en el surf con Mery Barre y Mery Aish, ¡feliz!

¿SOS CASADA? ¿TENES HIJOS?

Estoy separada ahora. Tengo un hijo de 4 añitos, Santino. Y ya es mi orgullo y motor de vivir.

¿DÓNDE VIVÍS Y A QUÉ TE DEDICAS?

Después de 5 años y medio en Santiago de Chile, estoy desde diciembre radicándome en Punta del Este con Santino. Luego de la pandemia, mi trabajo se volvió en un 99% home office, y me permitió pensar en que podía hacerlo desde cualquier lugar. Entonces pensé, por qué no aprovechar, e instalarme en esta hermosa ciudad que recoge lo mejor de la capital y del interior.

Mi gran pasión es mi trabajo. Me sé muy afortunada en eso. Soy cofundadora y CEO de una empresa de ciberseguridad, Hacknoid, que tiene base en Uruguay y Chile. Para los curiosos www.hacknoid.com.

Desarrollamos una plataforma que busca y visibiliza las vulnerabilidades en organizaciones y empresas. Hoy estamos con el gran y gratificante desafío de la expansión con foco en Latinoamérica.

Por mi rol entonces, tengo que viajar bastante a distintos países de la región a buscar posicionamiento, participar en eventos, generar redes, y el resto del tiempo puedo gestionar todo desde mi casa. Esto hizo también, que conjugar el hockey con la intensidad que lo venía haciendo, se hiciera cada día más inviable.

¿EXTRAÑABAS ALGO DE URUGUAY Y DEL CLUB?

Justamente extrañaba un montón. La familia y todos los afectos. Del club siento nostalgia por el deporte en sí, por la adrenalina compartida, y de compartir algún “human”. Por suerte coseché varias amigas de esa época que aún hoy, no tan seguido, pero nos reencontramos.

¿CUÁNDO VENÍS A VISITARNOS?

¡Este 2024 es mi compromiso estar por las canchas en cualquier minuto! Desde la barra brava, pero seguro será pronto.

¡MUCHA SUERTE ROSINA Y ESPERAMOS VERTE POR EL CLUB!

Publicación Oficial
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